domingo, 20 de abril de 2014

"EMILY BRÖNTE", Ted Hughes

El viento de Crow Hill era su amado.
Sólo ella sabía el secreto de su historia ardiente.
Pero su beso fue fatal.

En su oscuro Paraíso reinaba
El arroyo que ella adoraba tanto
Y consumió su pecho.

El crespo y húmedo rey de ese reino
Salvó el muro
Y yació en su cama enferma de amor.

Y zarapito cubrió sus entrañas.

Bajo su corazón creció la piedra.

Su muerte es un llanto de niño por el páramo.

Ted Hughes.

Pintura:  "Retrato de Emily Brönte", autor anónimo, mitad del s. XIX.